DELICATESSEN.....

En nuestra querida universidad, existen varios Clubes Sociales. Son bastante grandes y atienden, durante todo el día, a todos los alumnos que habitan en el campus... Unos comen bien...otros comen mal....otros...no comen allí.

Esta es la historia de un menú....de la persona que se lo comió.....y...de su estómago.....
Todos pasamos por el Club Social en algún momento del día. Un café, una bolsa de patatas, esos donuts duros como balas de cañón, agua, etc. Estos Clubes se merecen aparecer entre la fauna de la UA, incluso antes que las bibliotecas. Hoy sólo veremos el apartado culinario. Bon apetit!

Primera advertencia......¡¡¡cuidado!!!: no todos los clubes son iguales...bueno, en realidad todos tienen algo en común: la increíble gastronomía. Supongo que os habréis dado cuenta, que precisamente, no tenemos a Ferrán Adriá trabajando para nosotros en las cocinas de ningún Club Social. No. Cogeros un buen combinado de patatacas fritas, cordero y longaniza...bien cargado de grasa...ahí...como cerdacos...y preparaos para digerirlo...el menú que reflejo a continuación os hará replantearos vuestras creencias sobre la UA Cousine!.....y sobre si Satán habita entre nosotros en la cocina más cercana....

1:36 de la tarde. Club Social 2. Menú: el más chabacano que os podéis coger, que incluye: primer plato, bebida y postre. TOTAL: 2,50 €

En el primer plato podéis elegir entre: macarrones carbonara (es decir, ¿os habéis comido alguna vez la plastelina de vuestro hermano pequeño?, si lo habéis hecho, los macarrones carbonara saben algo peor. Si nunca habéis comido plastelina,no os pidáis este plato...estos macarrones abarcan todos los sabores posibles del plástico...por cierto, ¿¿nadie en la cocina sabe lo que es el azafrán??...el puesto número 1 es para nuestros macarrones albinos...... sin palabras), fideguá (hasta ahora, ninguno de nosotros cocinaba fideguá en casa porque nunca nos saldrá tan buena como la que hace mamá....¡¡Pues eso se ha acabado chavales!!!....nuestros cocineros la hacen para ti. ¡¡Pruébala y juega con tus amigos a ver quien pilla la salmonela o una cagalera de las que hacen historia!!....sin comentarios), carne (¿a que nos da igual del tipo que sea la carne??....¡¡Pues a los cocineros también!!!...Antes habían gatos muy gordos por doquier en el Campus...y ahora no.....ejem...Un minuto de silencio por los hermanos no famosos de Hello Kitty!......sin...sin...sin hambre).
Como bebida tenéis: pepsi (no os engañéis, es agua carbonatada), agua (espero que os guste el agua o caliente o helada...no conocen un término medio), cerveza Alhambra Sin (en ningún momento escatiman en calidad para sus clientes, siempre nos ofrecen lo mejor) o zumos (mmm...algún día saldrá a la luz como beber Júver cada día, provoca enanismo y retraso mental).
Finalmente, el postre: con dos masas gelatinosas a elegir: masa blanca y masa violeta. La masa blanca es como gelatina caducada. Imagínate que compras gelatina y te vas a un viaje muy largo...cuando vuelves... te ha caducado en el frigo.....¡¡mierda!!.....y no sabes cuánto tiempo lleva caducada. Tienes hambre.....la olfateas y huele "bien". Y dices...¿por qué no?. Exacto. Una sola cucharada....te hace pensar en Chernóbil, dos cucharadas.....te hacen replantearte tu existencia, tres.....la tercera cucharada es conocida popularmente como "suicidio"...... (por favor, absteneos de probarla).
La masa violeta tiene mejor pinta que la blanca por la regla memotécnica de: "si el postre es morado/lila/violeta/azul pocho...es que lleva frutas del bosque...y a todos nos gustan las frutas del bosque...= ERROR.......La masa violeta es, en realidad, masa blanca "reposada"...es decir.......fermentada.........meterse esa masa violeta entre pecho y espalda....hace llorar al Niño Jesús.

Existen variantes a nuestro menú chabacano....por un poco más os dejan coger ensalada. Ensalada pequeña. Dos hojas de lechuga, medio huevo y un tomate cherry (viva el despilfarro, el lujo y el desenfreno....)Por algo más de dinero accedéis al "menú deluxe"...lo anterior más un segundo plato. Aquí llega la tortilla de... (dejémoslo en tortilla de...) y el revuelto de verduras...(si os va la escatología...probadlo....no tenéis nada que perder.....bueno....tal vez vuestra conciencia).

En otras latitudes se sirven escalopes de ternera empanados....(os aconsejo que os mantengáis en ayunas)...espárragos (¿?), "pescado" (la misma explicación que para la carne pero más soso y con espinas)..y un largo etc de productos tradicionales españoles.

Todo esto pasa factura. Hay gente que se va allí donde sirven hamburguesas gigantes...otros van con ensalada de queso fresco o salmón....otros se limitan al café (que también tela...con el café)....otros se traen el "taper" de casa (Dios bendiga a la persona que puso un sólo microondas para 21.000 alumnos....gracias, en serio)....da igual....todos acabamos en el Club Social más cercano.......¿y por qué seguimos yendo día tras día?.... porque, por alguna extraña u oscura razón....comemos en esos sitios de vez en cuando.....y nos llevamos la sensación de haber comido en uno de los mejores restaurantes de Alicante...........vale, es mentira, son el infierno...
Hasta mañana corazones!!

ANEXO.
He de comunicar que ayer, día 7/08/2008, fui a comer al Club Social I con unos compañeros de clase. Me apunté al menú chabacano porque así soy yo....me gusta arriesgar. Me sirvieron unos espaguetis que, tras un análisis de mi compañero Dani y un servidor, llegamos a la conclusión, que se trataba de los hilos de una fregona o, en su defecto de un plato de tenias. La salsa pesto era aceite de refinería. El postre se componía de masa violeta (al menos conseguimos que Greenpeace retirara del mercado la masa blanca), de melocotón en almíbar...(de la marca Playschool, por supuesto) y de una naranja (que sigo pensando que era de porcelana). De la lasaña de verduras, el potaje de garbanzos y el revuelto verde-amarillo-caqui, no hablo porque creo que me están apuntando con un arma. Eso sí, lo mejor del día fue la escena que viví esperando para que me cobraran. Había una cola muy larga de gente para pagar, y yo tenía a una chica francesa delante de mí. De pronto, comenzó a hacer gestos raros y me cogió del hombro como asustada. Yo la miré y ella me señaló la barra donde servían los platos. Y entonces la vi: Una cucaracha. Estaba paseando al lado de la fideguá, en plan: "¡¡qué pasa chavales!!". En ese momento pensé que mi amiga Sara tenía razón y la cucaracha que ella vio era de la misma familia: color madera. Increíble. Cuando la cocinera se dio cuenta de la situación, ¿qué hizo?, pues pedirle amablemente a la chica francesa que quitara la cuca de la barra, -es que queda feo- le dijo la colega. La francesa le respondió (en un español más claro que el agua) que ni de coña. La cocinera me miró a mí que me estaba descojonando en esos instantes y, al final, decidió quitarla ella misma con resignación. Cuando estábamos pagando, la francesa estaba tan nerviosa que en vez de la cartera, para pagar sacó de su bolso el estuche. Y yo pensé...que en uno de estos sitios se inspiraron para crear la película ratatui. mmmm.... Tienes razón Sara, a la próxima, me apunto al Don Jamón...